Los mejores discos de 2012 según CER.CCS

Los mejores discos de 2012 según Cer.ccs

Arrancaré este post aclarando que no tengo ninguna autoridad para seleccionar los mejores álbumes de este año – ¿quién la tiene? – igual lo haré, agregando en mi defensa que he escuchado una buena cantidad de discos estos últimos meses – unos con más gusto que otros -. Así que, aquí los dejo, con lo que para mí, son los mejores trabajos de 2012 – sin orden específico, ojo -.

Alt-J – An awesome wave:

Escuchando música en 8tracks me sorprendí a mí mismo dándole «like» cada vez que aparecía una canción de esta agrupación (razón suficiente, para que aparezca en mi lista, ¿no creen?). Esta nueva agrupación, procedente de Leeds, Inglaterra tiene un sonido un poco difícil de catalogar; cuando la escuchen me darán la razón. Tiene influencias del hip-hop, del country, electrónicas, postpunks, en fin, un poco de todo. De verdad muy interesante y refrescante.

En cuanto a los datos técnicos, el nombre de la banda hace referencia al atajo del teclado que se utiliza en las Apple para insertar la letra griega Delta ( Δ ) y el cuarteto que nació en 2007 está formado por: Gwil Sainsbury (guitarrista / bajista), Joe Newman (guitarra / voz), Gus Unger-Hamilton (teclados) y Thom Green (batería). La banda pasó dos años ensayando antes de firmar un contrato con Infectious Records en 2011.

Kishi-Bashi – 151A

Aunque no reniega ni remotamente los recursos digitales, 151A es un disco orgánico y natural que nos reconecta con la vida, con el olor a tierra mojada, a nubes sobre cielo azul, a frondosos árboles. Con sus violines, coros y ritmos transmite esa felicidad que el disco GO de Jonsi, transmitía. Ganas de salir corriendo y celebrar es lo que provoca después de escuchar las nueve pistas de este álbum.

El creador de esta obra de luz y felicidad es el violinista, multi instrumentalista y cantante Kaoru Ishibashi (de aquí su seudónimo kishibashi), que nació en Seattle, Washington y que después de graduarse de violinista clásico ha trabajado con otros excelentes músicos como Regina Spector y Of Montreal.

Santigold – Master of my make-believe

El segundo disco de la agrupación liderada por Santi White (y John Hill), Santigold, es tan bueno o mejor que el primero, todo depende de los gustos. En esta ocasión el sonido es mucho más oscuro, profundo, downtempo, rico y lleno de las influencias de los productores invitados, entre los que se encuentran Diplo y Buraka Som Sistema, que en mi opinión tuvieron una gran influencia sobre el producto final.

Algunos catalogan este trabajo como más «maduro», para mí es simplemente diferente e igual de excelente.

Robert Glasper & the Robert Glasper Experiment – Black Radio:

Este ha sido uno de los discos más difíciles de describir, y espero que con lo que se me ha ocurrido no ofenda a nadie, pero Black Radio, de Robert Glasper & the Robert Glasper Experiment suena a lo que sonaría Medeski, Martin and Wood si estos fueran afroamericanos. Es decir, es un increíble jazz, pero con influencias de R&B, hip-hop, rock e incluso algo de samba. El álbum debut está compuesto por doce increíbles pistas llenas de mágicas voces, baterías alucinantes y notas de piano que se quedan flotando en la mente. No es un disco para todo el mundo, pero, definitivamente, vale la pena escucharlo, porque si te gusta, te encantará.

Jack White – Blunderbuss

Cuando uno piensa en el primer trabajo de Jack White como solista se imagina lo que se puede esperar, y no les diré que Blunderbuss sea muy distinto a eso, pero también es mucho más. No es The White Stripes, no es Raconteurs, ni Dead Weather; es Jack White: música pegajosa que entra por tus oídos y sale en forma de músculos contrayéndose rítmicamente sin tu control (si no me creen vean lo que le paso a este chamo).

Japandroids – Celebration Rock

Guiado por guitarras distorsionadas, coros, gritos y una enfurecida batería el segundo disco de Japandroids, el muy acordemente titulado Celebration Rock, es la manera en que el rock de garaje está retomando espacios perdidos al indie, o, al menos, a lo que comúnmente llamamos indie. Es un disco sencillo, directo, de tan sólo ocho canciones, que aunque duran en promedio unos cuatro minutos, bien podrían ser de dos, por la velocidad y alegría con la que pasan. En medio de tanto producción y virtuosismo, este disco es perfecto para aclarar la mente y los oídos.

Fun – Some nights

Sí, suena autotuneado a veces, sí, suena más como un soundtrack o un musical que como un disco normal; sí, es un «singalongjerker» (provoca cantar con cada canción); sí, sé que deben estar cansados de escuchar el track número tres del álbum (We are young) y aún así, sí, es un disco excelente.

Este segundo disco de Nate Ruess, Jack Antonoff y Andrew Dost es una superproducción que suena un poco a Queen, Paul Simon, Panic at the Disco, Lilly Allen y también un poco de Glee. Más que once canciones, Some Nights es más como once himnos.

Amadou and Mariam – Folila

Increíble. ¡Ya! eso es todo lo que diré para describir este disco. Tienen que escucharlo.

En cuanto a quiénes son Amadou y Mariam les cuento que son una pareja de ciegos, de 58 y 54 años de edad respectivamente, procedentes de Mali. Investigando un poco mientras escuchaba su último disco, Folila, que se significa literalmente «música», descubrí que la pareja tiene más de 30 años tocando, Amadou unos cuanto más inclusive, pues era un joven músico hasta que perdió la vista a causa de unas cataratas congénitas. Sin embargo, el primer disco de Amadoy y Mariam data de 1998 y desde entonces no han dejado de hacer magia.

En caso de que lo anterior no los convenciera, les diré que Folila cuenta con la participación de Santi White (cantante de Santigold), Nick Zinner (guitarrista de Yeah yeah yeahs), Jake Shears (cantante de Scissor Sisters) y músicos de  Tv on the radio, entre otros.

Passion Pit – Gossamer

En la misma tónica que kishi bashi y Jonsi, pero mucho más electropop y quizás un poco menos grandioso, pero no por esto inferior, encontramos el segundo trabajo -o cuarto, dependiendo de cómo se vea – de la agrupación Passion Pit.

Resulta que Passion Pit comenzó cuando Michael Angelakos quiso regalarle una grabación de su autoría a su novia y se reunió con un grupo de amigos para tocar y grabar lo que se llamaría Chunk of change. El conjunto la pasó tan bien que comenzaron a tocar hasta el punto que le abrieron a bandas como Death cab for cutie. Tiempo después firmaron con la disquera Frenchkiss y lanzaron de nuevo Chunk of change; luego Columbia recogió el proyecto y grabaron Manners. Por esta secuencia de hechos es que Gossamer es discutiblemente no el segundo disco de la banda si no más bien el cuarto.

Ty Segall – Twins

Para ser justos debo mencionar que el disco Atack on memory de Cloud Nothings estuvo a punto de sustituir a Twins, de Ty Segall; de verdad que fue una decisión muy difícil. Pero, que va, al final considero que Twins es un trabajo más interesante y que tomará muchas más escuchadas para fastidiarme.

¿Que a qué suena?… pues, es como si John Lennon, The Stooges y Kurt Cobain se reunieran a consumir un poco de ácido y a tocar. Más o menos así.

Sobre Ty Segal les puedo decir que es un chico de a penas 25 años que nació en la costa oeste de los Estados Unidos y que desde el 2000, más o menos, a grabado con tres agrupaciones (Epsilons, White Fence y Ty Segall Band) y en solitario, nada más y nada menos, que once discos; cuatro de ellos este año.

Para entender por qué este disco entra en mi lista no les servirá con escuchar sólo una canción, deberán escuchar el álbum completo y en orden. Sólo así disfrutarán de la gama de sonidos ambientes que ha creado Segall para nosotros.

Por cierto, abría preferido no comentar sobre los discos y que ustedes se hicieran sus propias ideas luego de escucharlos, pero  @Pabludu me obligó. Espero que el trabajo haya valido la pena. Nos estamos leyendo. Espero dejen sus comentarios. Hasta la próxima.

Recomendado por CER.CCS. Feliz año.